La música me
lastima, porque mis pensamientos van hacia ti.
Te extraño, me hace
falta tu compañía… Las notas desgarran y hacen nudos, y mi mente se retuerce en
recuerdos hermosísimos, y emprende un vuelo hacia memorias que aún no han
pasado.
Estos días sin ti son como la abstinencia al drogadicto. Te necesito, desesperadamente, ven a mí, haz que mis terminaciones nerviosas cobren vida, que mis mejillas se enciendan con esa mirada tuya.
Estos días sin ti son como la abstinencia al drogadicto. Te necesito, desesperadamente, ven a mí, haz que mis terminaciones nerviosas cobren vida, que mis mejillas se enciendan con esa mirada tuya.
Quisiera gritar al
mundo lo que siento por ti, más no encuentro el valor. Te sufro, te quiero en
silencio, escribo con tinta invisible mis anhelos, mis ansias, y mis más tierno
sentir.
Esta historia que quiero comenzar es una historia de escondites y de laberintos oscuros, de miradas indescifrables, de complicidad. Hasta que estalle el sol, quemando todo miedo, revelando esa tinta invisible, liberándome. Me quema quererte así en silencio. Es la primera vez que siento algo así, no me dejes con mi mano extendida, tómala, reclámame tuya.
Esta historia que quiero comenzar es una historia de escondites y de laberintos oscuros, de miradas indescifrables, de complicidad. Hasta que estalle el sol, quemando todo miedo, revelando esa tinta invisible, liberándome. Me quema quererte así en silencio. Es la primera vez que siento algo así, no me dejes con mi mano extendida, tómala, reclámame tuya.
Las notas de la
canción se extienden dolorosamente, y te imagino caminar alejándote; me causa
dolor.
La melodía me
recorre toda por dentro, y sin ti, siento que no tengo nada que valga la pena.
La melodía escapa, se aleja, se termina. ¡Te necesito! No puedo seguir
silenciándome, mutilando sentimientos. Rellenando silencios, huyendo de mí.
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