Yo… Te encontré y te
urgía que alguien te amara; yo, divagaba por la esfera, en busca del algo
interesante que me moviera el piso. Por supuesto, fue interesante conocerte.
Pero más allá de los momentos de entusiasmo del comienzo de algo nuevo… No
siento nada, ahora que ya ese periodo se desgastó.
Me diste tu vida en
bandeja de plata, no eres un reto. Eres, por supuesto, un regalo caído del
cielo. Pero… No sé, no me siento conforme, pues mi alma busca algo más
enigmático, alguien que me complique la existencia, alguien que me quiera pero
que no me de toda su atención. Claro, a toda chica le gusta ser el centro de
atención de un chico, pero el hecho de que no lo sea, deja en qué pensar, y en
el amor el que piensa o siente, pierde.
Deseo que encuentres el amor de tu vida, lo mereces.
Yo… No soy el amor de tu vida. Soy un capítulo, una lección. Buenos momentos que recordaremos. Hay que seguir.
Yo… No soy el amor de tu vida. Soy un capítulo, una lección. Buenos momentos que recordaremos. Hay que seguir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario